Ataque de ira


La ira es parte de las emociones primarias, por lo tanto, todos nosotros la experimentamos cuando nos sentimos amenazados por alguien, por algo o cuando no conseguimos nuestros objetivos.

La ira nos permite resolver el problema y cambiar la situación difícil. Por lo tanto, sentirse enfadado o molesto es normal y necesario para la supervivencia. El problema surge cuando la ira es desproporcionada, se manifiesta en forma intensa e interfiere en las relaciones personales, en el trabajo y particularmente cuando desemboca en violencia.

La ira puede ir desde sentirse un poco irritado hasta sufrir un ataque de furia que no permite razonar de manera adecuada. La persona ejecuta conductas agresivas que por lo general van seguidas por un sentimiento de arrepentimiento y vergüenza.

La ira como cualquier otra emoción produce cambios corporales como aumento del ritmo cardiaco, respiración acelerada, tensión muscular que preparan al cuerpo para emitir una respuesta de lucha o huida.

Las personas agresivas creen que dar rienda suelta a la ira es la forma más adecuada de lidiar con la situación problemática. Pero muchas veces sucede lo contrario y la situación se torna más complicada.

La ira cuando se reprime o cuando se expresa de forma inadecuada hace daño a las demás personas y a nosotros mismos. Según estudios la ira incrementa el riesgo de padecer enfermedades coronarias cuando es intensa y habitual en la vida de la persona. Por ello, es importante aprender a expresarla de manera adecuada y asertiva.


Tratamiento

La terapia cognitivo-conductual ha mostrado ser eficaz para la fobia social. La terapia suele incluir:  técnicas de respiración, reestructuración cognitiva, entrenamiento en solución de problemas, entrenamiento en habilidades sociales.

Si no tienes el control de tu ira y esto te está generando problemas, envía un mensaje a Psicotransformación Psicólogo online.

La ira nos permite resolver el problema y cambiar la situación difícil. Por lo tanto, sentirse enfadado o molesto es normal y necesario para la supervivencia. El problema surge cuando la ira es desproporcionada, se manifiesta en forma intensa e interfiere en las relaciones personales, en el trabajo y particularmente cuando desemboca en violencia.

La ira puede ir desde sentirse un poco irritado hasta sufrir un ataque de furia que no permite razonar de manera adecuada. La persona ejecuta conductas agresivas que por lo general van seguidas por un sentimiento de arrepentimiento y vergüenza.

La ira como cualquier otra emoción produce cambios corporales como aumento del ritmo cardiaco, respiración acelerada, tensión muscular que preparan al cuerpo para emitir una respuesta de lucha o huida.

Las personas agresivas creen que dar rienda suelta a la ira es la forma más adecuada de lidiar con la situación problemática. Pero muchas veces sucede lo contrario y la situación se torna más complicada.

La ira cuando se reprime o cuando se expresa de forma inadecuada hace daño a las demás personas y a nosotros mismos. Según estudios la ira incrementa el riesgo de padecer enfermedades coronarias cuando es intensa y habitual en la vida de la persona. Por ello, es importante aprender a expresarla de manera adecuada y asertiva.


Tratamiento

La terapia cognitivo-conductual ha mostrado ser eficaz para la fobia social. La terapia suele incluir:  técnicas de respiración, reestructuración cognitiva, entrenamiento en solución de problemas, entrenamiento en habilidades sociales.

Si no tienes el control de tu ira y esto te está generando problemas, envía un mensaje a Psicotransformación Psicólogo online.