Habilidades sociales
Las habilidades sociales son el conjunto de conductas que emitimos cuando nos relacionamos con las demás personas, con el objetivo de expresar adecuadamente nuestros deseos, opiniones y sentimientos sin experimentar malestar o ansiedad.
Dentro de este conjunto de conductas encontramos: la escucha activa, expresar emociones, rechazar peticiones, hacer y afrontar críticas, empatizar, ser asertivo, etc.
La asertividad es una habilidad social muy importante que nos permite conseguir nuestros objetivos y al mismo tiempo tener en cuenta los objetivos de los demás.
Las
habilidades sociales no son innatas, es decir, no nacemos con ellas.
Por ello, podemos aprenderlas y mejorarlas a cualquier edad. Existen
varias experiencias que van conformando nuestro estilo de comunicación y
el cómo nos relacionamos. Desde la infancia empezamos a adquirirlas a
través de la observación y del aprendizaje verbal; de lo que nos dicen,
el que nos hayan castigado o reforzado por nuestros comportamientos,
etc.
Déficit de habilidades sociales
Las personas con déficit de habilidades les cuesta ser asertivas y tienen dificultades para relacionarse y comunicarse adecuadamente con los demás.
Cuando la comunicación no es asertiva, la persona afronta las relaciones sociales de forma pasiva no haciendo valer sus derechos y accediendo a las exigencias de los demás o de forma agresiva defendiendo en exceso sus derechos sin respetar los de los demás. Dos estilos de comunicación inadecuados, que generan malestar, ansiedad y afectan nuestra autoestima.
Importancia de las habilidades sociales
Somos
seres sociales que estamos comunicándonos continuamente con las demás
personas. Para que la comunicación sea efectiva necesitamos aprender y
utilizar adecuadamente las habilidades sociales para evitar conflictos y
malentendidos.
Aprender y entrenar las habilidades sociales es muy importante para conseguir unas relaciones satisfactorias con la familia, los amigos, el trabajo, etc.